La presión ocular o tensión ocular son los nombres que coloquialmente recibe la presión intraocular, también podemos verla referenciada con las sigas PIO.
El ojo es un órgano más o menos esférico hueco, en su interior se encuentra diferentes fluidos que presionan las paredes del ojo haciendo que permanezca distendido. En el interior del ojo encontramos por un lado el humor vítreo, se trata de una sustancia gelatinosa que forma el 80% del interior del ojo, está ubicado en la parte posterior y se produce y elimina de forma lenta. Por otro lado tenemos el humor acuoso, forma una mínima parte del ojo, y se encuentra en la parte anterior, a diferencia del humor vítreo se renueva constantemente.
La presión ocular depende en gran medida del proceso de eliminación y producción del humor acuoso. De este modo, si se tuviera lugar un aumento de la producción o problemas de eliminación de este fluido podría desembocar en un subida de presión ocular.
La unidad de medida empleada para la presión intraocular son los milímetros de mercurio, indicados con las siglas (mmHg) una presión ocular normal es aquella que se encuentra en torno a los 16 mmHg. Entre los 10 y los 20 mmHg serían medidas relativamente normales, no se consideraría tensión alta hasta llegar a los 21 mmHg o baja en valores alrededor de los 6 mmHg.
Debemos tener en cuenta las enfermedades relacionadas con la tensión ocular para ayudarnos a detectarlas con el tiempo suficientes para poner medios.