Podemos definir la conjuntivitis como la inflamación de la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados, es decir, de la conjuntiva. Suele afectar a ambos ojos al mismo tiempo, aunque generalmente empieza en uno de los ojos y se extiende al otro. De esta forma, podemos considerar que afecta en mayor medida al primer ojo.
La conjuntivitis puede estar causada por diferentes agentes infecciosos, como las bacterias y los virus, que se manifiestan de forma aguda. Hay diferentes causas para esta afección, siendo muy común entre la población, aunque no es una enfermedad grave pero si molesta.
Cuando la conjuntivitis viene por un agente vírico suele asociarse con catarros, y su causa más frecuente son los virus del grupo adenovirus. Estas conjuntivitis son muy contagiosas y se extienden de unas personas a otras, llegando a crear epidemias. Una de las causas de mayor contagio son las manos, ya que están en contacto con los ojos y los objetos contaminados.
La conjuntivitis bacteriana es causada por bacterias de diferentes tipos. Estas pueden llegar a tener su origen en la propia piel de la persona afectada o, incluso, en sus vías respiratorias, lo que hace que se trasmitan con mayor facilidad.
Para diagnosticar esta infección es necesario una valoración clínica que realizará un oftalmólogo. Y únicamente se realizará un exudado de la conjuntiva para un cultivo si hay sospecha de conjuntivitis bacteriana severa y de curso atípico.