Las personas no somos iguales unas de otras, por ello existen individuos con los ojos más secos que otros. Este problema es algo común entre muchas personas, y no por ello deja de ser menos dañino: el ojo seco puede dañar la superficie de la córnea, repercutiendo directamente en el confort del afectado.
Esto suele pasar cuando el ojo no produce la cantidad de lágrimas necesarias para una correcta lubricación, dando lugar a esta molesta sequedad que provoca la irritación y enrojecimiento del ojo.
Como ya hemos comentado, este problema es muy común en la sociedad, sobre todo en personas que consumen varios medicamentos diarios, sufren patologías oculares, están expuestos a ambientes calurosos y secos o, incluso, trabajan frente a dispositivos digitales durante varias horas. También los mayores de 65 años pueden verse afectados por la sequedad.
Debido a esto, aquellas personas que tienen problemas de sequedad ocular, son bastante reacias a utilizar lentes de contacto pues asocian las lentillas al problema de insuficiencia de lágrimas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, las lentillas pueden usarse sin problema cuando tenemos esta dolencia.
Gracias a las gotas humectantes, podemos suplir esa falta de lagrimeo natural por otro artificial. Estas gotas son un producto sanitario que favorece la hidratación y lubricación del ojo para que puedas utilizar las lentillas sin preocuparte de nada. Estas gotas se utilizan sobre todo antes y después de ponerlos las lentillas, aunque se pueden utilizar en cualquier momento del día.
Si necesitas más información acerca de este tipo de soluciones, no dudes en ponerte en contacto con tu oftalmólogo para que te recomiende la gotas humectantes que mejor se adapten a tu día a día.